lunes, 28 de mayo de 2012

SINDROME DE ALINEACION PARENTAL

Este problema psicológico, propio de los procesos de divorcio, custodia de menores y reglamentación de visitas, ya hizo su aparición en Colombia. Aparición documentada, pues muy posiblemente ya existía entre la población hace mucho tiempo, pero, sólo hasta ahora cuando los psicólogos están más capacitados para diagnosticarlo y, a su vez, los abogados, más enterados del tema, todo confluye para que se le preste la atención que realmente tiene.


Básicamente, este síndrome consiste en la programación de un hijo por parte de un progenitor para que odie a otro, sin que este último lo merezca. Es así como de la noche a la mañana, el menor "decide" no tener padre (o madre, según) durante el curso de un proceso de separación o divorcio o después de él.
El síndrome solo puede ser diagnosticado por un psicólogo experto, es decir un psicólogo forense de familia.
Los psicólogos clínicos no están capacitados para reconocerlo dado que no tienen formación ni experiencia acerca del comportamiento que adquiere una familia cuando se encuentra en un proceso contencioso de familia (custodia, visitas, divorcio). Además, los psicólogos clínicos están concebidos para el tratamiento de los problemas psicológicos, mas no para su diagnóstico, evaluación y ratificación dentro de procesos judiciales.


El diagnóstico del síndrome requiere de que los evaluados presenten una serie de síntomas: por ejemplo, el padre que controla en exceso todo cuanto hace el menor cuando está con la madre. El menor que empieza a experimentar una tristeza extrema, cambios de comportamiento y aversión hacia pasar tiempo o realizar actividades con el progenitor no custodio. La madre ( o padre ) que ve como su hijo se aleja, no recibe sus mensajes, sus regalos, no usa la ropa que le compra, habla de él con un "lenguaje prestado", no es informado de actividades familiares y escolares esenciales (la primera comunión, la excursión de fin de año), entre muchos otros síntomas.
Los detractores de este síndrome, han afirmado que se trata de una patología psicológica creada por las feministas, quienes se creen tan autosuficientes que están convencidas de que sus hijos no requieren de un padre varón y que por ende, se hace perentorio eliminarlo de la educación del menor. Esta afirmación no tiene sustento científico,
el síndrome no fue creado por feministas y aunque bien pudo haber sido utilizado por ellas, esta falsa creencia se originó en que son más las madres que alienan a sus hijos, en comparación con los padres. Pero, la realidad de nuestros países, cuyos habitantes de "sangre caliente" sobreprotegen a sus hijos, es que tanto los padres como las madres alienan a los menores en contra del otro progenitor y, que muy pocos profesionales que laboran en los procesos de familia, están capacitados para diagnosticarlo, tratarlo y erradicarlo.

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